Ha llegado a decir que lo único que no le pega en el nombre es David. ¿Eso forma parte de la vena cómica o lo piensa en serio?
Forma parte de lo cómico. Si realmente lo pensará no quedaría tan gracioso.
Empezó como cantautor y ahora hace monólogos. ¿Cómo se produjo el cambio?
En verdad no hubo un momento de cambio, fue más una evolución. Yo nunca he sentido la necesidad de innovar ni ha habido un punto de inflexión, así que ha sido más una evolución natural. De todas formas mantengo la parte de cantautor y la parte cómica.
¿En qué se inspira para hacer los monólogos?
En nada en concreto, en la vida en general, lo que he vivido, la experiencia personal más que otra cosa.
Entonces lo que cuenta en los monólogos es algo que ha vivido.
Sí, a veces exagerado y a veces sin exagerar, pero más o menos viene siendo mi vida o está basado en ella.
¿Cómo es posible que cosas que pasan en el día a día y que no te hacen gracia, las escuchas en un monólogo y pasa lo contrario?
Porque es la actitud con la que te lo tomes. También es verdad que siempre que le pasa a otro te hace más gracia, pero cambia mucho la actitud. Es decir, si una misma cosa te pasa y la ves mal, te sentará mal en el momento, pero si lo ves bien, pues te sentará bien en el momento y si te lo tomas con humor siempre resulta gracioso. Yo siempre procuro tomármelo todo con humor.
¿A qué se debe que durante sus actuaciones como cantautor dedique más tiempo a hablar y a hacer chistes, que a cantar?
Yo tocaba en bares y la gente no escuchaba, es una forma de llamar la atención y hacer que la gente estuviera pendiente. Y una forma de hacer que la gente estuviera pendiente era contar chistes y hacer gracias y una vez que han comprado el personaje es mucho más fácil cantar y que te presten atención.
¿Considera que es necesario tomarse las cosas con más humor?
Ah sí, con todo. No sé si con más humor pero con humor.
En su página web, en lugar de contar su vida en el apartado de biografía ha contestado a una especie de entrevista. ¿Es que los seguidores y los periodistas siempre le preguntamos lo mismo?
Sí, además siempre me preguntáis también si siempre me preguntáis lo mismo. Es un bucle. Sí, sería la respuesta.
¿Dónde se siente más cómodo trabajando, en un local pequeño, en un teatro o en televisión?
Yo disfruto mucho en todos los lados. Donde más disfruto es en directo y dentro del directo los locales pequeños tienen mucho encanto porque nunca sabes lo que te puede pasar, hay más descontrol y a mí me gusta mucho improvisar y jugar con el público. En los teatros también me encanta porque puedo hacerlo todo más calmado y estar más centrado en la actuación y no tan centrado en la improvisación. En los locales pequeños estás pendiente de lo que puede pasar, si un camarero se cae, si hay un borracho discrepando. Cada uno tiene su puntito, pero a mí me gusta mucho más el directo que la televisión.
En un monólogo, ¿cuánto es improvisación y cuánto esta preparado?
Depende de la actuación. Se puede hacer el monólogo completamente preparado a la par que improvisado o semi-improvisado de algo que haya pasado en la actualidad. A mí me gusta siempre ir cambiando, ir poniendo alguna cosita nueva.
Actúa hoy dentro del Rincón del Humor, en las fiestas de La Blanca ¿Se atreverá a hacer una parte de improvisación dentro del espectáculo?
Seguro que cae, el final siempre es improvisado. Además voy acompañado de Pedro Giménez que es un gran cómico y seguro que montamos algo divertido.
Ha estado en Estados Unidos. ¿A qué fue allí?
Me fui a aprender la música de allí y un poco a la aventura también.
¿La estancia le cambió la forma de actuar ahora?
Yo creo que sí. Cambia mucho la forma de ver el escenario, de tomarte el respeto del escenario, todo es diferente aquí que allí. De hecho, lo que se intenta importar y hacer aquí es el Steam Band, el monologo de toda la vida en Estados Unidos. Cambia todo, a nivel de vivencia personal, es un cambio a muchos niveles y supongo que eso se refleja en el escenario.
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